domingo, 26 de abril de 2009

Aliens (Aliens, el regreso. James Cameron, 1986)

Para esta ocasión he elegido mi película favorita, si es que se puede decir que la tengo. Al menos, es la que más veces he visto (hasta en siete ocasiones). Recuerdo la primera vez perfectamente. Tenía 11 años y Canal + emitía Aliens, el regreso. Los abonados veteranos recordarán que reponían las cintas hasta en 8 ocasiones. Yo ví como cuatro veces en un mes la segunda parte de la saga. Años después alquilé la película por ser una edición especial extendida (17 minutos) del director, James Cameron.

Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979) es uno de los mejores títulos de la historia del cine. Terror, angustia, pasillos agobiantes,efectos especiales. Sin duda, obra maestra del género de ciencia ficción. Además, el reparto es espectacular con Tom Skerrit (MASH, 1974); Harry Dean Stanton (Paris, Texas, 1984); Yaphet Kotto (Brubaker, 1984); John Hurt (El hombre elefante, 1980) e Ian Holm (Greystoke, 1984). Sin olvidar, claro, a la protagonista, Sigourney Weaver. Probablemente mi actriz predilecta. Fundamental el acompañamiento musical de Jerry Goldsmith para acabar de "agobiar" al espectador enla atmósfera espacial.

Alien 3 (David Fincher, 1992) también es muy recomendable. El director debuta con un proyecto complicado por las eternas comparaciones con las dos primeras cintas. El creador de Seven o El club de la lucha aprueba con nota por mantener la línea de la saga en la que los pasillos asfixiantes son el protagonista con la criatura aguardando en cualquier esquina a su presa e introduciendo elementos que encajan con la historia y resuelven la continuidad del relato. Una vez más, a la Teniente Ripley le acompañan buenos secundarios como Charles S. Dutton (Tiempo de Matar, 1996) y Pete Postlethwaite (En el día del padre, 1993)

Efectivamente, alguien dirá qué ocurre con Alien, Resurrección (Jean-Pierre Jeunet, 1997). Para mí nunca se debió de hacer esta película puesto que en la anterior parte de la saga se cierra la historia de una manera acertada y digna. El cineasta francés debió de seguir viviendo de las rentas de Amelie. La teniente Ripley y la criatura nunca debieron de aceptar tan pésimo guión.

Entre la primera y tercera partes James Cameron dirigió "Aliens, el regreso" dotando a la cinta de un alto ritmo y acción. Tras su exitoso Terminator (1984) le dieron la oportunidad de, manteniendo la idea original, convertir a la película en un producto adaptado a los 80. Ya sabeis, armas contundentes y sofisticadas, explosivos...Un grupo de marines acompaña a Ripley de regreso al planeta, en donde Sigourney Weaver tuvo su primer "encuentro" con la criatur,a después de perder el contacto con los colonos que fueron destinados allí.

El director americano se rodea de actores con los que ya había trabajado y con los que mantendría futuros proyectos comunes como Michael Biehn (Abyss, 1987) y Bill Paxton (Twister, 1996). Además, tengo que destacar a mi querido Lance Henriksen (Jennifer 8, 1992), que da vida a Bishop, el ciborg que acompaña a la misión, porque consigue humanizar a un personaje que en la película de Ridley Scott es el malo malísimo (Ian Holm) y porque ha proporcionado para la posteridad una de las secuencias más famosas jamás rodada. Daré pistas: un cuchillo, una mano y mucha velocidad!!!! Esta vez el hombre sin escrúpulos que quiere conseguir a la criatura para la compañía Weyland-Yutani es Paul Reiser (Diner, 1982). Si Jerry Goldsmith es parte fundamental de la primera película, James Horner y su banda sonora siguen la misma línea.

Otra razón para ver esta película es la secuencia final. Cuando parece que todo ha concluido y Ripley ha conseguido salir victoriosa, tiene lugar una lucha intensa entre Sigourney, manejando una especie de toro mecánico del futuro frente a la Reina. Como adelanto os dejo este link con su frase por excelencia: "get away from her, you bitch".

Recomiendo adquirir la trilogía (sobre todo con la versión extendida de la segunda parte) y daros un festín durante un fin de semana. Luces apagadas, sonido elevado y sumergiros en la historia. ¿El peligro? Seguramente mirareis más de una vez debajo de la cama al acostaros, pero, sin duda, al final hasta cogereis cariño a la criatura. Otro detalle: hay que ver la segunda cinta hasta aprenderos los nombres de los marines coloniales en el orden que van muriendo! No os pongo la lista que si no pierde su gracia....

domingo, 12 de abril de 2009

Hamburger Hill (La colina de la hamburguesa. John Irvin, 1987)

Cine bélico. Otro género que me ha dado grandes momentos. Quién después de ver "una de guerra" no cogía su pistola, escopeta o rifle de plástico y se ponía a dar tiros, quién no salía a la calle con sus amigos, hacían dos grupos y jugaban a ser héroes. Yo soy de la generación del boom de las pistolas de balines. A principios de los 90 desde Japón nos invadieron con perfectas réplicas de armas. Yo tuve una Smith & Wesson plateada con culata negra...cargador para 12 bolas amarillas, temblaban las farolas y las persianas, incluso los vecinos (el impacto de una de ellas en la mejilla de alquién acabó con mi arma en el fondo de un cajón).

Sin embargo, hay películas bélicas que no te hacen sentir un héroe porque reflejan las miserias, el horror y el sin sentido más absoluto. Para este posts me ha costado elegir. Tengo realmente tres cintas del género en mi cabeza. Siempre cuando hablo con amigos me vienen todas ellas a la memoria y son las que recomiendo. No obstante, he elegido "La colina de la hamburguesa" por ser la menos conocida. Las otras dos son "Platoon" (Oliver Stone, 1986) y "Casualties of war" (Corazones de hierro. Brian de Palma, 1989).

Tienen bastantes cosas en común. La primera y, principal, es que tratan sobre la guerra de Vietnam. Parece ser que después de una década en que finalizó el conflicto, Hollywood estaba preparado para hacer una denuncia de la estupidez en la que se enredó el gobierno de Estados Unidos en el sureste asiático y de cómo la Administración mandó al "culo del mundo" a una generación de cuasi adolecentes a la muerte. Me gustan estos tres títulos porque reflejan que los soldados fueron allí sin saber lo que se iban a encontrar y cómo rápidamente son conscientes de que muchos no van a volver.

Hay otro tipo de películas que han denunciado el conflicto de Vietnam. Son cintas con una carga psicológica en donde la vuelta a casa de los combatientes supone un problema de adaptación. Michael Cimino se adelantó con "El Cazador" (1978). Incluso, "First blood" (Acorralado. Ted Kotcheff, 1982), trata el tema de la indaptación del soldado. Y no hay que olvidar a "Jacob´s ladder (La escalera de Jacob. Adrian Lyne, 1990). Todas ellas brillantes.

Pero las tres a las que homenajeo tienen en común la acción, reflejan combates y la confusión que en ellos habían, sin dejar de lado las relaciones entre los compañeros de pelotón, las dudas, los conflictos.

El protagonista de La Colina de la Hamburguesa es Dylan McDermot (serie de El abogado) -No confundir con Clive Owen. (Sin City)- que está al mando de un pelotón -entre ellos está el magnífico secundario Don Cheadle (Crash, 2004)- que tiene la misión de conquistar una colina. En principio, es una posición básica para los intereses y el devenir de la guerra. Como el Vietcong se hace fuerte el ejército manda a numerosas tropas para cumplir con la misión. Los días transcurren convirtiéndose la batalla en una carnicería. De ahí el título de hamburguesa que los soldados le pusieron a la colina. Uno de los mejores momentos de la cinta es el final (tranquilos que no os lo cuento) que refleja lo absurdo de la misión.

Platoon y Corazones de hierro cuentan con un mejor reparto, sin duda. Charlie Sheen, Tom Berenger, Willem Defoe y Lauren Fishburne, en la primera; Michael J. Fox, Sean Penn, John C. Reilly en la segunda. Aún así, la Colina de la Hamburguesa no desmerece.

La música en las tres películas en fundamental. Si Platoon ha dejado en el recuerdo la adaptación que hace George Delerue del "Adagio for Strings" de Mozart, y el compositor Ennio Morricone pone su talento al servicio de Brian de Palma en Corazones de Hierro, el soundtrack de la Colina de la Hamburguesa tampoco decepciona. Mi favorita es Gimme Some Lovin', de Spencer Davies, aunque We Gotta Get Out Of This Place, de The Animals, también está a la altura (es la que suena en el trailer de la película del link que he puesto en el anterior párrafo).

En definitiva, tres cintas que unos las valorarán y colocarán en el top ten del cine bélico. Otros, sin embargo, desecharán y pondrán por delante otros títulos. Al fin y al cabo, es uno de los géneros más prolijos y que más éxito tienen entre el público ya sea tratado desde un punto de vista de honor, valor, heroicidad o desde el ojo crítico, la denuncia; de forma ligera, profunda e, incluso, comedia. Aquí mi recuerdo.